Antiguamente sucedía que las personas eran capaces de morir por un Ideal. Hoy en día esto sigue sucediendo pero a un nivel mucho menor. Un claro ejemplo fue el gran filósofo Sócrates quien siguió hasta la muerte por un Ideal. En mi opinión todos deberíamos tener un Ideal y defenderlo pero también respetar el Ideal de los demás y que, no necesariamente tengamos que morir por ello. Debemos aprender a convivir en comunidad,respetarnos unos a otros y defender lo que pensamos y creemos.
Ornella Torielli
jueves, 8 de abril de 2010
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